Cabaré a la Gaditana

La nohe del 10 de mayo nos fuimos al Teatro Federico García Lorca, en el casco de Ingenio, para ver Cabaré a la gaditana, un espectáculo de Las Niñas de Cádiz, en el que, según la sinopsis que ellas mismas cuentan: «mostramos nuestra manera más pura y salvaje de entender el carnaval. Ese carnaval irreverente, transgresor y golfo que hemos llevado a las calles de Cádiz con La Chirigota de las Niñas durante más de veinte años. En este espectáculo, mezclamos impúdicamente carnaval, cabaret, música, teatro, performance, presentando una serie de personajes e historias cotidianas y surrealistas. Buscamos la risa del espectador a través de la sinceridad y el exabrupto, mostrando sin pudor almas desnudas de mujeres. Mujeres que se plantan en el escenario, en la calle, en donde sea, con un lenguaje sin autocensura ni pudor. Sin pedir permiso ni perdón. Como decía Chavela Vargas: Yo no vengo a ver si puedo, sino porque puedo vengo”.

Disfrutamos de un pedazo de espectáculo, como bien dicen, irreverente, transgresor y golfo en el que visibilizan la historia de las mujeres en general y de algunas destacadas de la historia, en particular. Por supuesto no te vamos a desverlar naita, tienes que verlas, escucharlas y reirte hasta quedarte sin mandíbula.  Un espectáculo feminista por tós los poros.

Hay una frase  que se mueve por ahí que dice «Cuidar tu salud mental no es una opción es una revolución» Ver a estas mujeres sobre el escenario, hablando, cantando y representando la vidas de muchas otras mujeres, nos da salud, nos genera endorfinas, serotoninas, y todas las -inas que se te ocurran, mientras todo eso pasa en nuestro cuerpo, no cabe duda que estamos haciendo revolución.

Esperamos que el Ayuntamiento de la Villa de Ingenio mantenga esta línea de trabajo, que rara vez se da. Llevamos años señalando que mujeres en los escenarios hay muchas y muy diversas, pero son muy pocas las que se contratan desde las administraciones, aunque desde hace años se aprobó una ley que lo establece específicamente debido a la histórica desigualdad, continua sin cumplirse.

Esta vez lo hemos disfrutado y el teatro estaba a rebosar ¡Seguimos!